MOVIMIENTO AUTÉNTICO; PRÁCTICA CORPORAL

MOVIMIENTO AUTÉNTICO; PRÁCTICA CORPORAL

Dra Manuela Cuevas
Médica homeópata. Especialista en Ginecología Preventiva
Postgrado en danzamovimientoterapia y Formación en movimiento auténtico. Master en Psicología Analítica Junghiana

 

A lo largo de mi práctica en ginecología y como médica de mujeres he observado la disociación frecuente de cuerpo y mente en la mujer actual. Origen  de  disfunciones y patologías en el área reproductiva.

El modo de organización social en el que estamos inmersos y el esfuerzo de los últimos tiempos de las mujeres en la  lucha  por la igualdad de derechos, nos ha  situado en una visión de la vida, donde predomina la lógica y el cálculo  correspondiente al pensamiento analítico propio del hemisferio izquierdo cerebral. Hemos intelectualizado nuestra vida y nos hemos tenido que situar en una sociedad masculina, haciendo un trabajo de adaptación para nuestro propio desarrollo.

De alguna manera nos hemos situado en un polo más neurosensorial, según la visión de la medicina antroposófica,  restando energía o bloqueando  nuestra corporalidad.

Por otra parte, investigaciones de las últimas décadas correspondientes al hemisferio derecho, establecen su conexión con el sistema límbico, relacionado con el mundo emocional e intuitivo, el movimiento y el tacto.

Según Jackson el hemisferio derecho participa de manera directa en los procesos de percepción, involucrado en el análisis de la información directa recibida por el sujeto a partir de su propio cuerpo. Más íntimamente conectada a la sensación directa que a códigos verbales.

La integración y el desarrollo de ambos hemisferios y la conexión de cuerpo y mente  se hace cada vez más necesaria para el restablecimiento de nuestra salud. Pues cuerpo y psique son manifestaciones de una misma energía.

 

¿POR QUÉ DE LA NECESIDAD DE TRABAJAR DESDE EL  CUERPO?

  • El cuerpo es una herramienta importante en los procesos de desarrollo personal pues en él se expresan nuestra parte consciente e inconsciente
  • Cuando trabajamos con técnicas de percepción del propio cuerpo estamos situándonos  desde el hemisferio derecho
  • El movimiento físico es una analogía del movimiento psíquico que guía hacia el centro. Este proceso puede guiar a  la personalidad, si la persona puede comprenderlo.

“ Si podemos reconciliarnos a nosotros mismos con la misteriosa verdad de que el espíritu es la vida del cuerpo contemplada desde adentro y el cuerpo es la manifestación externa de la vida del espíritu siendo los dos realmente uno, entonces podemos comprender porque la lucha por trascender el nivel de conciencia actual debe dar al cuerpo su lugar”. (Jung, 1928).

ORÍGENES DEL MOVIMIENTO AUTÉNTICO

Movimiento Auténtico (Authentic Movement) fue creado en EEUU  por Mary Whitehouse, pionera en Dance Movement Therapy , a  partir de sus estudios en Psicología Analítica en Zurich y de su experiencia como bailarina de danza moderna – había estudiado con Mary Wigman en Europa y con Martha Graham, en Estados Unidos.

Su interés principal consistía en explorar “aquello que mueve a la persona desde adentro”, en una época donde la danza con su énfasis en la forma y la técnica, comenzaba a perder sustancia, devenía vacía de contenido. Gradualmente su propia metamorfosis la conduce a interesarse más por la persona que por la danza en sí misma. llamó primeramente a esta disciplina “movimiento en profundidad”. En su búsqueda por habilitar un diálogo entre consciente e inconsciente se basó en la técnica de Imaginación Activa creada por Jung

Según Whitehouse existe polaridad en el movimiento, no podemos extender un conjunto de músculos sin contraer el conjunto opuesto. Esto también se corresponde de forma similar con las tendencias psíquicas de contracción y extensión. En el punto central entre los opuestos uno consigue el acceso a la posibilidad de profundizar en los niveles más profundos de la conciencia.

La disciplina del movimiento auténtico invita a explorar el desarrollo de la personalidad, concretamente a un nivel preverbal.

Joan Chodorow, Ph.D, ADTR, analista Junguiana y Janet Adler Ph.D, ADTR, ambas discípulas de Mary Whitehouse son responsables del posterior desarrollo y evolución de esta forma de trabajo, determinando dos direcciones diferentes y complementarias.

 

MOVIMIENTO AUTÉNTICO LA PRÁCTICA.

La disciplina del movimiento auténtico está definida por la relación entre una persona moviéndose y una persona presenciando ese movimiento. Está indicado en adultos que tengan una fuerte y suficiente estructura del ego para sustentar la exploración extensiva de procesos inconscientes. El que se mueve entra en el círculo sagrado (espacio libre y protegido) el cual es mantenido ordenado y consciente por los testigos que están sentados.

Hay dos actitudes  de aproximarse al movimiento. “Yo me muevo” desde la conciencia, el control y la voluntad, o “ser movido”; reflejo del inconsciente a través del movimiento, se parte de escuchar que surge desde el cuerpo.

En movimiento auténtico la  persona que se mueve o paciente, según el contexto en el que trabajemos, comienza cerrando los ojos, y desde la quietud y el silencio espera que emerja algún impulso desde dentro. Este impulso puede originarse tanto en una sensación, como en una imagen o en una emoción.

La posibilidad de permanecer en contacto con la sensación física permite la expresión del inconsciente manteniendo a la vez un espacio interno de conciencia a través de la percepción continua de la realidad corporal.

Chodorow(1977), analista junghiana, expresa que “ debido a que el cuerpo permanece enraizado en su propia experiencia, el acto de moverse crea un feedback propioceptor y kinestésico, que permite confrontar el inconsciente desde la realidad corporal del ego”.

El observador que no juzga creado en el movimiento auténtico procede del testigo interno cuando el que se mueve, cerrando sus ojos, escucha y espera ser movido.

En palabras de Karim Fleisher(2008) el testigo presenta una manera muy particular de observar a él/ella, no solamente observando al que se mueve, sino observando además su (de él/ella) movimiento corporal interno. Puede llamarse al testigo el que se mueve sin moverse externamente. Ofrece mirada, presencia  y aceptación, un lugar de conciencia a la vez que permanece atento a su propia realidad interior.

Janet Adler (1987) expresa que “en un contexto terapéutico, el testigo es esencial. La presencia de otro cuando se está explorando lo desconocido es una respuesta a la necesidad humana de seguridad, contención, balance y/o mente objetiva”.

El tiempo del movimiento generalmente es preseleccionado. Puede durar diez minutos, hora y media, hora y tres cuartos. El tiempo depende de la experiencia del grupo. Suena una campana y el trabajo empieza

La tarea del que se mueve(mover) es responder a una sensación, un impulso interno, una energía que viene desde el inconsciente personal, el inconsciente colectivo o superconsciencia. Aprender a ser uno que se mueve debe preceder al aprendizaje para ser testigo. El que se mueve está aprendiendo a observar conscientemente su propia materia inconsciente, así encuentra la forma a través del movimiento.

El que se mueve cierra sus ojos y desciende escuchando el interior, esperando el movimiento que impulsa desde el cuerpo… o pueda mover inmediatamente sintiendo la urgencia del momento…. La atención interna se vuelve altamente específica para la propia historia y naturaleza del que se mueve. El momento de ser movido es un instante en el cual el ego deja de controlar, de elegir, de demandar, permitiendo a su yo más profundo guiar el movimiento del cuerpo físico a su voluntad.

Cuando el mover  adquiere experiencia en el movimiento él o ella se vuelven testigos para otros que se mueven. El Testigo, especialmente al principio, tiene una gran responsabilidad de consciencia. Cuando el mover desciende, el testigo mantiene la realidad de la habitación. Ella o él no  están mirando a la persona moviéndose está testificando, escuchando, ofreciendo calidad específica de atención y presencia a la experiencia del que se mueve.

 

Los testigos son invitados a enfocar no solamente lo que está haciendo el que se mueve, sino además, su propia experiencia interna en el presente del que se mueve. Después de un tiempo acordado el testigo llama y la sesión termina.

Papel, plumas, colores pueden estar disponibles durante ese momento de reflexión, donde la experiencia puede ser manifestada por sí misma. Después de este periodo contemplativo, el testigo y el que se mueve hablan sobre el material que ha emergido durante la sesión.

El lenguaje testimonial es muy específico en el MA. El mover siempre habla primero sobre lo que ha sido más significativo o incluso confuso para él/ella. Puede entonces preguntar o no para ser testimoniado. Si él o ella hace una pregunta para testimoniar el testigo responde.

Es tarea de los testigos hablar y responder solamente sobre lo que el mover ha dicho… incluso si él o ella ha observado un movimiento que parecía importante para él o ella. Es un hecho que lo que el testigo ve es su propia proyección que puede o no corresponder a lo que el que se mueve ha experimentado.

La mirada del testigo abre también nuevas áreas de la personalidad a ser exploradas. Reconocer cuando necesitamos la mirada del testigo y cuando preferimos no ser vistos lleva su tiempo, pero el empezar a tomar conciencia de ésto nos informa acerca de nosotros mismos, de esa experiencia en particular y/o del momento presente.

Cuando los que se mueven vuelven con sus historias al grupo, el inconsciente personal se vuelve consciente y este proceso continúa al inconsciente colectivo que se vuelve consciente también.

IMAGINACIÓN ACTIVA Y MOVIMIENTO AUTÉNTICO.

Los usos terapéuticos de las imágenes han sido reconocidos en cierta medida por la mayoría de las ramas de la psicología y la psicoterapia, tanto de corte psicoanalítico como conductista,  humanista o transpersonal.

Para Jung, la denominada por él “imaginación activa” es de especial interés en el proceso terapéutico. El poder de estas imágenes dinámicas, durante la sesión terapéutica es superior al de los sueños, de cara a revelar el inconsciente y para facilitar la maduración en el análisis del paciente.

Imaginación activa es una participación activa de la conciencia. Así como la forma pasiva de la fantasía puede evidenciar lo patológico y anormal, la forma activa suele ser una de las supremas actividades del espíritu humano, pues en ella confluyen la personalidad consciente e inconsciente del individuo en un común y unificador producto.

Según su seguidora Marie Louise Von Franz con la imaginación activa tratamos de dejar surgir del inconsciente en estado de vigilia, emociones, sentimientos, fantasías, ideas obsesivas o imágenes oníricas, en una actitud desprovista de atención crítica y abordando las imágenes interiores como si se trataran de presencias objetivas.

Esta técnica nos ayuda a comprender que toda fantasía constituye un  auténtico proceso psíquico, que nos asalta, convirtiéndonos en figura actuante y paciente a un tiempo de un drama interior.

El primer paso de la imaginación activa es tener la habilidad de permitir  que las cosas sucedan.

Se escoge un sueño o alguna otra imagen-fantasia, y se concentra en ella contemplándola y reteniéndola. También puede utilizarse el mal humor o una emoción como punto de arranque, y entonces se intenta averiguar que tipo de imagen-fantasía se produce o qué imagen expresa este estado de ánimo. Luego se fija esa imagen en la mente concentrando la atención. Normalmente se alterará, pues el mero hecho de concentrarse en ella la animará. Las alteraciones deben ser cuidadosamente anotadas todas la veces porque ellas reflejan los procesos psíquicos en el fondo inconscientes, los cuales aparecen en forma de imágenes constituidas por los recuerdos de la memoria consciente. De esta manera consciente e inconsciente se unen, de la misma forma que una cascada conecta lo de arriba con lo de abajo. Una cadena de ideas de fantasías se desarrolla y gradualmente asume un carácter dramático; el proceso pasivo se pone en acción. Al principio consiste en figuras proyectadas, y estas imágenes se observan como escenas de teatro. En otras palabras se sueña con ojos abiertos.

Como regla, hay una marcada tendencia a disfrutar de este entretenimiento interior y no pasar de ahí. Entonces no habrá un proceso verdadero. Lo que se representa en el escenario todavía sigue siendo un proceso de fondo

El segundo paso es la reacción del ego ante lo que ha sido expresado, cuando los personajes aparezcan y la trama se complique, notará que todos ellos tienen una  relación definida con su situación  consciente, que está siendo dirigido por el inconsciente, y que eso provoca que las imágenes-fantasía aparezcan ante él. Es importante darle expresión al material que emerge, a través de la pintura, el modelado, la escritura…darle una forma externa hace el proceso más concreto y real.

Una vez que la voz del inconsciente ha tomado forma, el ego puede confrontarlo. El ego ha de reaccionar frente a lo que ha emergido, es necesario tomar conciencia de lo que  significan los contenidos psíquicos  además de apreciar sus formas. También es necesario  tener una actitud ética hacia lo que surge del inconsciente.

El último paso –llegar a las conclusiones y llevarlas a la práctica en la vida real- requiere una total aceptación de la responsabilidad de uno mismo. Lo que comenzó como un juego de niños ahora lleva a las consecuencias éticas más profundas en términos de cómo es vivida una vida individual.

Aprendiendo  a trabajar con la imaginación activa se necesita en el proceso de la guía de un analista pero no en el contenido. El analista ayuda al paciente a abrirse a sus propias imágenes y responder a ellas.

Expresiones de estas fases en el movimiento auténtico.

Primer paso: Apertura al inconsciente

La mente se aquieta, dejar los pensamientos a un lado. A partir del síntoma que se tiene, tomar eso y partir de ahí.

Movimiento auténtico es fusionarse con la imagen como forma de amplificarla. Dialogar con ella y sentir qué parte de mi cuerpo se conecta. Si la imagen es abrumadora establecer un diálogo. Si no, sentirla en  mi cuerpo y corporalizarla.

El diálogo interno o dialogar con el movimiento dependerá de qué respuesta voy recibiendo. Aparece un patrón que se repite. Puede haber un punto de partida o no haber nada. Esperar que algo pase sin buscar.

Segundo paso; Darle forma a este impulso, a este contenido.

Al trabajar con el cuerpo a medida que se expresa va tomando forma. La escucha y darle forma en movimiento auténtico es un continuum.

Permitir que ese contenido vaya dando la forma. No darle yo la forma. Siempre hay una  lucha entre consciente e inconsciente y la necesidad de control del consciente. Si le ponemos forma no posibilitamos que eso nuevo se exprese.

Si aparece material abrumador- pasar a una técnica de expresión que yo domine y la contenga.

Si no le podemos decir que no, es mejor que no aparezcan.

Es importante la actitud de entrega pero no estar a merced del proceso. Ir hasta donde uno siente que puede ir. Escuchar su propio límite.

 Tercer paso. Confrontación

El  inconsciente se manifestó y la conciencia vuelve. Es importante permanecer y continuar con el aspecto físico de la experiencia del movimiento. ¿Cuál es el sentido de esto?.El sentido se ha de ir revelando ¿cómo me afecta esto que surge, este símbolo?…¿cómo se relaciona esto con mi historia?.

Prestando suficiente atención a la experiencia del cuerpo, es posible expresar el inconsciente a través del movimiento y al mismo tiempo mantener un punto de referencia desde la conciencia a través de la continua percepción de la realidad corporal.

A pesar de que el impulso al movimiento pueda surgir de una fuente inconsciente, el cuerpo, el cual permite la manifestación de este impulso, permanece enraizado en su existencia misma.

4º paso: vivirlo

La importancia  de llevar a cabo en la vida aquello que uno aprendió del inconsciente

Aplicaciones clínicas

Casos ilustrativos de Joan Chodorow pionera en movimiento auténtico y danza terapia

  • Teresa ha estado realizando psicoterapia a través del movimiento individual durante nueve meses. Llega al estudio, comienza a moverse con un balanceo rítmico de lado a lado que gradualmente la llevó hacia delante, hacia el suelo, quedando en una posición semi-colgada, balanceándose aún lentamente de lado a lado. Gradualmente se hunde en el suelo y se queda acostada en silencio, con total quietud. Permaneció con este silencio, hermosamente centrada y concentrada. Luego, lentamente comenzó a moverse cada vez en forma más suelta y libre. A medida que la energía se incrementaba algo la llevó hacia sus pies. A pesar de que los movimientos no eran peligrosos se puso tan fuera de control que me encontré a mi misma moviéndome alrededor de la sala para actuar como barrera protectora entre ella misma y los bordes de les estantes y otros obstáculos. Luego de experimentar esta cualidad libre y suelta se dirigió nuevamente hacia el suelo. Comenzó a moverse lenta y sensualmente abriendo y cerrando su cuerpo entero. Esto la llevó hacia una suave sonrisa de puro placer que devino en risa de tanto en tanto. En un momento la cualidad sensual fue reemplazada por una risa que convulsionó y hamacó su cuerpo entero. Esta segunda manera de reírse, que a posteriori ella definió como histérica, duró bastante. Finalmente, intervine pidiéndole que se diera el tiempo necesario para poder volver a abrir los ojos. Había estado moviéndose desde un impulso interno durante 45 minutos. A medida que gradualmente regresaba  al estado de ojos abiertos, su actitud entera cambió. Se volvió tensa, negativa y muy enjuiciadora respecto a la partes de sí misma que acababan de emerger. Sus primeras palabras fueron, en voz temblorosa: “ guau, realmente llegué bastante lejos”. Hablamos luego del contraste entre su emergente libertad de elección y espontaneidad, su sensualidad y la relativa rigidez de sus creencias y estilo de vida.

Sugerí que hiciéramos un rol –Playing entre estos dos  aspectos de su personalidad: primero nos movimos juntas, compartiendo una actitud enjuiciadora y dura. Era una versión con estilo de ella misma como respetable y controlada mujer. Luego le pedí que ella siguiera moviéndose con ese estilo, mientras yo comenzaba a moverme de forma similar a como ella lo había hecho antes. Cuando yo empecé a moverme con la cualidad sensual y placentera que ella había mostrado antes, pudo mirarme comunicando validez y aceptación. Pronto se unió e improvisamos juntas. Aquí accedimos a una nueva integración en nuestro movimientos,  los cuales incluían tanto la libertad como el  control.

Teresa continuó consolidando esta nueva integración a partir de esta sesión y realizó profundos cambios en su vida

Anna, una mujer profesional talentosa, a comienzos de su tercera década, ha estado en análisis durante casi tres años. Aunque la mayor parte del proceso es verbal, ella también utiliza el movimiento, juego de arena y arte.

Casada recientemente, está luchando con la tensión entre su carrera profesional y su maternidad en potencia. Explorando a través del movimiento, encuentra dos actitudes opuestas. Cuando su lado derecho guía, descubre movimientos rápidos, con énfasis en la extensión, definición y firmeza. Cuando guía su lado izquierdo, descubre suavidad, su cuerpo se acurruca hacia dentro, sus brazos se superponen gentilmente abrazando una pequeña forma invisible.

Tras representar cada una de estas actitudes, se detiene y empieza a experimentar tensión entre ambas. Intenta encontrar una manera de moverse que pudiese abarcar simultáneamente ambos lados, pero por el contrario, se siente cada vez más tironeada hasta adoptar la forma de una cruz colgante y en rotación. Cuando su brazo derecho se extiende hacia fuera se muestra rígido y falto de efectividad. Su lado izquierdo se siente raro al intentar tomar a un bebé con un brazo. Comienza a llorar y es capaz de permanecer a su vez con la acción simbólica.

Mirándola la testigo/terapeuta nota que su propio cuerpo se vuelve tenso, con la respiración corta y restringida. En el dolor de Anna, ella reconoce el propio.

Posteriormente en la integración del trabajo cada una habla de su propia experiencia. Aunque el conflicto no es resuelto hay una sensación de alivio. Una lucha conocida por cada una de ellas individualmente y por muchas otras mujeres, ha sido contemplada y contactada.

A medida que la herida es sentida y reconocida, trae consigo la experiencia de la sanación. Como muchas mujeres modernas, Anna  esperaba de sí misma poder cumplir con todas las expectativas profesionales y necesidades familiares simultáneamente. Su vida incluye ahora ambas, maternidad y carrera. Como en la secuencia de movimiento, la tensión no fue resuelta, pero existe cierto sentimiento de integración.

CONCLUSIONES

  • El movimiento corporal es imaginación activa en términos sensoriales así como el pintar es imaginación activa en términos visuales. El movimiento físico es una revelación, la muestra de un hecho interior.
  • Posibilita  un autoreconocimiento cuyas raíces están en el cuerpo y esto no se pierde.
  • Movimiento auténtico debe ser utilizado por individuos que posean una fuerte estructura egoica, para que consciente e inconsciente puedan  encontrarse de igual a igual.
  • La posibilidad de hablar sobre la experiencia y de recibir una respuesta del testigo son pasos necesarios en la integración del material que emerge.
  • La práctica de la imaginación activa a través del movimiento es una manera de acompañar procesos de crecimiento y transformación, la persona deja de ser una víctima de lo que le sucede y puede empezar a sentir un nuevo sentido de responsabilidad respecto a sus actos.
  • Trabajar con nuestro cuerpo, como mujeres, nos permite establecer un diálogo interno que nos ayuda a reconectar con nuestro poder y sabiduría ancestral.


Bibliografía

  • El cuerpo en psicoterapia. Heidrun Panhofer . Editorial Gedisa
  • Introducción al Movimiento Auténtico como forma de Imaginación activa. Karin Fleischer. Estudio La escalera. Argentina.
  • Las raíces y el desarrollo del movimiento creativo y el movimiento auténtico. Marcia Plevin. Assoziacione di movimento creativo. Roma. Febrero de 1995.
  • Técnicas de aproximación al inconsciente. La Imaginación activa. Dra Manuela Cuevas. Trabajo del Master en Psicología analítica, septiembre 2008
  • Hannah, Barbara. Encuentros con el alma: Imaginación activa como C.G. Jung la desarrolló. Editorial Fata Morgana.